«Estoy perdido y temo morir»: Fracasó migrante hondureño

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Miguel y su hija en una foto en vida.

REDACCIÓN. El tan anhelado «sueño americano» llevó a la muerte al santabarbarense Miguel Ángel Názar, quien salió el pasado 11 de julio rumbo a Estados Unidos para dar una mejor calidad de vida a su familia.

Lastimosamente hace poco se dio a conocer que el originario de Colinas, pereció por deshidratación en el desierto de McLean, muy cerca de Texas.

«Primo estoy perdido y temo por mi vida», dijo Miguel por última vez a un familiar y quien además era padre de una niña de apenas 5 años de edad.

La familia de este hondureño lo encomendó a Dios desde su partida y estuvieron por período de tres semanas en comunicación; sin embargo, ya cuando no sabían nada de él, comenzó su martirio aún más, pues pusieron la denuncia y la policía de Texas los buscó por tres días hasta que lo hallaron en un rancho, con su cuerpo casi consumido.

Qué haría usted si se quedara sin trabajo? ¿Qué haría si lo único que encuentra son empleos que no le permiten siquiera pagar un cuarto donde dormir?

Esto llevó a la desesperación a este hondureño, motivo por el cual inició una travesía que no pudo cumplir. Ahora su familia está solicitando ayuda al Gobierno de Honduras para repatriar su cuerpo.

El ‘sueño americano’ expresa el ideal de que todo ciudadano estadounidense tendrá las mismas oportunidades de tener éxito y prosperidad si trabaja duro, tiene determinación e iniciativa. El término se hace eco de la Declaración de Independencia, que establece la igualdad de los hombres por designio divino y les confiere como derecho inalienable la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.

Hondureño no le pudo cumplir a su nena.
Hondureño no le pudo cumplir a su nena.

El denominado «sueño americano» se ha convertido en una pesadilla para miles de migrantes hondureños que arriesgando su vida siguen viajando de manera ilegal a Estados Unidos en busca de trabajo o de un familiar.

Durante muchos años lo más común fue que el viaje a Estados Unidos lo emprendieran solamente hombres, por el peligro que implica el recorrido por vía terrestre, cruzando Guatemala y México.

Pero con el tiempo las mujeres también comenzaron a correr el riesgo de viajar solas o con hijos hacia territorio estadounidense, con la misma idea de conseguir un trabajo para ayudar a su familia o en busca de otros de los suyos en el país del norte.

Un soldado hondureño que perdió la batalla.
Un soldado hondureño que perdió la batalla hacia EUA 

En Honduras los flagelos como la pobreza, el desempleo y la desintegración familiar, entre otros, contribuyeron a que aumentara el flujo de personas que a diario emprendían camino al “sueño americano”.

Con los migrantes también se ha multiplicado el número de traficantes de personas, quienes además han elevado el cobro por llevarlos, en una operación que puede durar entre 15, 30 o más días, dependiendo de los obstáculos que surjan en el camino, incluso de tipo climático.

Analistas locales consideran que mientras no haya suficiente seguridad, empleo y salarios dignos, no cesará la salida de hondureños en busca del «sueño americano», aún con las campañas para disuadir a niños, jóvenes y adultos para que no lo hagan por el peligro que representa viajar sin papeles a Estados Unidos.