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viernes, marzo 29, 2024

Doña Isabel, una abuela tenaz e incansable a los 78 años

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TEGUCIGALPA. Días de intensas lluvias habían preparado el terreno, y la zona vulnerable no aguanto más. Era un sábado 3 de octubre, uno de esos días en el que las actividades se  desarrollaban de manera normal, y para muchos un fin de semana y aprovechar del ocio, disfrutar de la familia o descansar.

Sin embargo, los torrenciales aguaceros que cayeron durante aquellos días de octubre sobre la capital hondureña quebrantaron los sueños de doña Isabel Vivas Martell (78), quien luego de una dura jornada de trabajo regresó a su aposento sin imaginar que encontraría en cerros de tierra aquel patrimonio que tras años de lucha forjo pero que esta cedió en instantes.

DOÑA ISABEL: FUE TRISTE

Doña Isabel relató a Tiempo Digital que “yo estaba en mi negocio y cuando regrese fue triste ver mi casita que tanto me costó construir en un alto cerro de tierra, no supe que hacer pues soy una mujer sola pero Dios no lo abandona a uno y ese día me quede donde un vecino que me dio posada, pero nunca perdí las esperanzas de que me ayudaran”.

Vivas Martell, a pesar de su edad, no solo se dedicó a esperar la solidaridad de las personas ante su tragedia. «Las muestras de apoyo fueron grandes. Un grupo de empleados de la empresa SULA fueron a ver el lugar y me ayudaron en gran parte», recordó. Pero ella poco a poco a seguido luchando por rehacer su casa. «Con el sacrificio que hago en mi pequeño negocio tengo la fe de ver mi casita de nuevo”, dice esta tenaz e incansable capitalina.

SOLIDARIDAD

Más de 30 colaboradores de Lacthosa SULA decidieron poner manos a la obra para construirle una vivienda digna a la abuela como cariñosamente le conocen.

abuela 3

Vivas Martell, narró que a pesar de esa mala escena en su vida la solidaridad de las personas fue grande que “un grupo de empleados de la empresa SULA fueron a ver el lugar y me ayudaron en gran parte en esos momentos difíciles y poco a poco voy luchando por hacer mi casa aun con las dificultades, pero con el sacrificio que hago por mi pequeño negocio tengo la fe de ver mi casita de nuevo”.

Doña Isabel
Doña Isabel, la abuela tenaz e incansables que también aconseja a los jóvenes.

AMIGA Y CONSEJERA

 

“Desde que era una niña mi madre me enseño a trabajar y desde entonces me dedico a la venta de tacos, enchiladas, tajaditas y sobre todo a conocer a mis clientes a los cuales trato de atender con amabilidad porque de ellos me sostengo paso”, manifestó.

Doña Isabel Vivas indicó que a pesar de todos los sufrimientos y golpes de la vida “me gusta tratar con los jóvenes a quien los aconsejo que se porten bien y que cuiden sus trabajos que ahorita están difíciles y me hace sentir bien que ellos agradecen mis consejos, quienes además se llevan muy bien conmigo”.

“No toquen cosas ajenas porque eso es malo andar haciendo, mejor pidan prestado y lo pagan pero no anden tocando lo ajeno, a lo cual les ayudo en lo que puedo y estos son cumplidores”, compartió la señora.

DOÑA ISABEL ESPERA EL MEJOR DE SUS DÍAS

 

La abuela como es conocida por todos contó que “soy madre pero es como que no tenga hijos, pues llevo años sin ver a mi hija que vive en la colonia Kennedy, quien ni siquiera se asomó cuando se me callo la casa y mucho menos recibo una felicitación del día de las madres por parte de ella”.

abuela 2

De acuerdo a doña Isabel, el día de las madres se ha vuelto normal para ella, pero espera que en día su hija la busque para abrazarla y poder compartir todo ese tiempo perdido, “no pierdo las esperanzas que un día me de ese regalo de estar cerca de ella”, expresó.

FRASES DE DOÑA ISABEL

1-“No toquen lo ajeno porque eso es malo hacerlo, mejor pidan prestado y lo pagan”

2-“hay que portarse bien y cuidar los trabajos pues ahorita es difícil tener uno”

 

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