Cae falsa doctora que deformó glúteos de una mujer

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La acusada le habría cobrado miles de dólares a una mujer, que tuvo que viajar a Colombia para que un cirujano le extrajera dicha sustancia, que ya se le había regado por la espalda, caderas y piernas.

LOS ÁNGELES, California. Las autoridades arrestaron a una hispana que fingió ser una doctora para inyectar silicona en los glúteos a una mujer.

Además, un peligroso procedimiento estético que resultó perjudicando a la víctima, quien tuvo que someterse a una cirugía reconstructiva en Colombia.

Ana Bertha Díaz Hernández, de 47 años, fue detenida el jueves por investigadores de la Administración de Alimentos y Medicinas (FDA).

Y del Departamento estatal de Asuntos del Consumidor. Quedó bajo custodia tras la presentación de una denuncia penal que la acusa de tres delitos graves:

Por posesión de un dispositivo médico adulterado, contrabando y mal uso de medicamentos recetados.

Oneal Ron Morris aplicaba en los cuerpos de mujeres fórmulas compuestas de cemento, aceite mineral, silicona. Además, pegamento, sellador de llantas, entre otros productos tóxicos.

Una de ellas murió en 2012 debido a complicaciones relacionadas con estas peligrosas prácticas.

Según la acusación, la fasa médica convenció a una de sus víctimas, identificada con las iniciales I.T., para que recibiera cinco sesiones de inyecciones de «productos naturales» en un cuarto de su casa, en la ciudad de Monterey Park, en el condado de Los Ángeles. Dichas citas ocurrieron de 2014 a 2015.

Falsa doctora

La afectada le habría pagado unos 6,000 dólares con la promesa de que tendría glúteos «grandes».

Pero terminó sufriendo intensos dolores luego de que el líquido suministrado se le fue a la espalda, caderas y piernas.

A un investigador de la FDA la víctima le expresó que el tratamiento de Díaz Hernández le «costó mucho dolor.

Además, sufrimiento, problemas financieros y angustia física y emocional».

La defraudada tuvo que viajar a Colombia en agosto de 2016 para que un cirujano removiera la sustancia inyectada y realizara otros procedimientos ante el daño causado, citan las autoridades.

Antes de los tratamientos, Díaz Hernández le habría dicho a su víctima que le inyectaría «células», «halógeno».

Y «grasa de cordero» que ya le había aplicado a otras mujeres y ella misma tenía en su cuerpo. La acusada le aseguró que la sustancia «era segura y que permanecería en su lugar hasta que ella muriera».

Glúteos de mujer

La mujer se presentaba como una esteticista con licencia que había sido capacitada por un doctor en México e incluso en la pared de su casa colgaba un supuesto certificado. Para que sus víctimas le creyeran, ella también vestía una bata blanca y guantes de látex durante los procedimientos.

De acuerdo a la Fiscalía General de Estados Unidos, Díaz Hernández se transportaba en auto a México para traer ilegalmente las sustancias que inyectaba a otras mujeres en su hogar.

Según la queja, la FDA desaprueba el uso de silicona con el propósito de modificar la figura, incluso cuando se administra por un médico.

«Las inyecciones de silicona para el contorno corporal, especialmente las inyecciones de grandes cantidades en el tejido profundo que se requeriría para lograr aumento.

Y mejora visible de las nalgas, representan serios riesgos y peligros», afirma la declaración jurada.

Entre los riesgos por este tipo de inyecciones están daños potenciales en un vaso sanguíneo que resultaría en una embolia, desfiguración, que la silicona se vaya a otras zonas corporales, decoloración de la piel, afectaciones en órganos.

Y sistemas corporales, infecciones graves, molestias y dolor. Este tipo de procedimientos pueden resultar incluso en la muerte, aún cuando son realizados por profesionales.