TEGUCIGALPA. El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos en Honduras (CONADEH), Roberto Herrera Cáceres, instó a los entes de salud hondureña a tomar las medidas sanitarias preventivas ante la posible llegada de la epidemia de fiebre amarilla.
Lo anterior debido a que los últimos meses ha aumentado el paso de personas por el sur de Honduras provenientes de varios países africados, donde la epidemia es una realidad.
La fiebre amarilla es una enfermedad vírica aguda, hemorrágica, transmitida por mosquitos infectados. El término «amarilla» alude a la ictericia que presentan algunos pacientes.
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Herrera Cáceres aclaró que se trata de una alerta temprana para prevenir la fiebre amarilla y no para alarmar sobre casos que aún no están ocurriendo.
Fiebre amarilla
Se estima que hay una población flotante de africanos, haitianos y de América del Sur que ronda las 1,200 personas y que sólo por Choluteca pasan diariamente alrededor de 200 personas procedentes de diversos países.
Al mismo tiempo, el ombudsman hondureño giró instrucciones a todo su personal para contribuir a garantizar el derecho a la salud de las comunidades, tal como lo hicieron en octubre del 2014 y enero del 2015 con relación al dengue, el chikungunya y el zika.
Se les instruye, para que sus respectivas oficinas regionales o departamentales, tengan presente que hemos lanzado una alerta temprana para adoptar medidas preventivas contra la fiebre amarilla, reza la nota dirigida a los delegados del CONADEH en todo el país.
Advierte que la fiebre amarilla podría convertirse en otra epidemia si no se toman las medidas sanitarias necesarias.
Una de las preocupaciones del Defensor del Pueblo, de que se pueda presentar esta epidemia, es debido al tránsito, por Honduras, de migrantes que experimentan epidemias y que vienen de países fuera de América, y que, asimismo, transitan por países americanos que ya presentan algunos casos de fiebre amarilla, antes de pasar por este país centroamericano.
Asistencia sanitaria a migrantes
El Ombudsman afirmó que el derecho humano a la salud de la población hondureña y de los migrantes debe ser garantizada con asistencia de controles sanitarios adecuados y con diagnósticos de laboratorios, en los puntos fronterizos.
Indicó que, si bien Honduras cuenta con una buena vacuna, es importante, en este momento, que la cantidad disponible se aumente, especialmente para ser aplicada en las comunidades de paso en tránsito de migrantes que experimentan riesgos serios.
Algunos científicos infectólogos consultados, confirmaron que la fiebre amarilla se trasmite también por el mosquito Aedes aegypti que es el mismo que produce enfermedades como el zika, el dengue y el Chikungunya.
Herrera Cáceres reiteró que se trata de una alerta temprana para prevenir esa enfermedad y no para alarmar sobre casos que aún no están ocurriendo.
Aseguró que el CONADEH, como institución defensora de los derechos humanos, apoyará todas las medidas que tome el Estado, en este caso, y en cualquier otro que tenga como propósito proteger el derecho a la salud de los habitantes.
Se necesitan controles sanitarios más rigurosos en los puntos fronterizos
Herrera Cáceres sostuvo que el llamado hecho a la Secretaria de Salud es para que se tomen medidas preventivas ante el riesgo que se puedan presentar casos de fiebre amarilla, ya que hay una afluencia cada vez más alta de migrantes que pasan por el territorio hondureño a los cuales se les debe respetar todos sus derechos en especial el de la salud.
Recomendó que si estas personas vienen portando enfermedades se les debe dar tratamiento y proteger también a la población hondureña.
La alerta temprana y sugerencias del CONADEH está en consonancia con las recomendaciones realizadas a nivel continental, por la Organización Mundial de la Salud.
El Ombudsman hondureño espera que a estas acciones preventivas se sume la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Cruz Roja Internacional y la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), para ir preparando mecanismos que permitan atender a las personas a través de análisis de laboratorio principalmente en los puntos fronterizos y de una mayor disponibilidad y accesibilidad, por la población, a la vacuna contra la fiebre amarilla.
Se estima que hay una población flotante de africanos, haitianos y de América del Sur que ronda las 1200 personas y que sólo por Choluteca pasan diariamente alrededor de 200 personas procedentes de diversos países.
Necesitamos tomar mayores medidas, como Estado, para poner controles sanitarios más rigurosos, realizar análisis de laboratorio in situ para proteger tanto la salud de nuestras comunidades como la salud de las personas que están transitando por nuestro país y contar con vacunas suficientes dijo finalmente el Defensor del Pueblo.
