EE.UU-HONDURAS. A través de un comunicado de prensa emitido en las últimas horas, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresó su preocupación por la situación de la Caravana de migrantes proveniente de Honduras, y hace un llamado a los Estados de la región centro y norte del continente a adoptar medidas para su protección.
En ese sentido, la CIDH urge a adoptar medidas tendientes a garantizar los derechos humanos de esas personas. En particular el derecho a solicitar y recibir asilo de las personas con necesidades de protección internacional.
Asimismo, pide fortalecer los mecanismos de responsabilidad compartida para atender la situación de personas forzadas a migrar de sus países.
De acuerdo a información recabada por la CIDH, la caravana de migrantes hondureños que salió el pasado 13 de octubre de 2018, desde la terminal de buses de la ciudad de San Pedro Sula, actualmente la integran, según diversas fuentes, alrededor de 7.000 personas o más. Entre ellas se encuentran salvadoreños y guatemaltecos.
Según la CIDH, por muchos años ha monitoreado con preocupación las diversas formas de violencia presentes en Honduras, aunadas a otras causas que promueven la migración de personas. Lo anterior, ha conllevado a un incremento significativo de solicitantes de asilo y refugiados hondureños en otros países. Incluyendo niños, niñas, adolescentes y jóvenes no acompañados.
De acuerdo a esa organización extranjera, los integrantes de la caravana declaran que abandonan. Y huyen por la violencia por parte de las pandillas y otras violaciones de derechos humanos su país de origen. Así como debido a la pobreza y a la falta de oportunidades.
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Buena parte de la caravana de migrantes está compuesta por familias enteras
La CIDH señala que dicha caravana está compuesta en buena parte por familias. E incluye a personas en situación de especial vulnerabilidad como niñas y niños, mujeres embarazadas y personas mayores.
Igualmente, la CIDH observa que el recorrido de la caravana ha desencadenado reacciones. Y medidas hostiles por parte de diversas autoridades en países de tránsito y destino en contra de las personas migrantes. Al igual contra defensores de derechos humanos que integran la caravana.
También crítica los pronunciamientos relativos a detener la caravana, al cierre de fronteras. Así como a la detención y deportación de las personas que integran la caravana.
Además, la CIDH observa con preocupación pronunciamientos de autoridades estadounidenses categorizando a la caravana como una amenaza a la soberanía. Y a la seguridad nacional. Declaraciones donde EE.UU afirma que ese movimiento de migrantes y solicitantes de asilo incluye a muchos criminales.
En este contexto, la CIDH rechaza el uso de un lenguaje estigmatizante, criminalizador y de acusaciones sin fundamento en referencia con las personas migrantes. Y solicitantes de asilo. El cual puede fomentar actitudes xenófobas en contra de dichas personas.
De acuerdo con la información recibida por la CIDH, las personas migrantes y solicitantes de asilo están enfrentando múltiples obstáculos. Eso, porque durante su recorrido, las personas que integran la caravana enfrentan situaciones de bastante precariedad. En particular, lo concerniente a falta de acceso a alimentación, agua, servicios de salud, sanitarios, y albergues. Así como también realizar el recorrido a la intemperie, expuestos a las inclemencias del clima y de la ruta. Sumándose a esas situaciones, varios altercados con autoridades estatales.
CIDH: Guatemala retornó a 1,121 hondureños a Honduras
La CIDH también informa que el 21 de octubre, las autoridades guatemaltecas retornaron 1.121 hondureños al país.
A efecto de eso, la CIDH insta a las autoridades de los países de tránsito y destino a abstenerse de utilizar la fuerza para la gestión de movimientos migratorios mixtos. Lo anterior, en aras de garantizar el respeto de los derechos a la vida. Y a la integridad personal de las personas migrantes y solicitantes de asilo.
También, la CIDH hace un llamado a las personas que integran la caravana a no recurrir a acciones violentas. Y, a respetar las leyes nacionales.
La CIDH reafirma que los Estados deben respetar y garantizar los derechos humanos de todos los migrantes y solicitantes de asilo. Lo anterior, porque son derechos y libertades que se derivan de la dignidad humana.
De la misma manera, recomienda la adopción de una respuesta que respete y garantice los derechos humanos de las personas que integran la “Caravana de migrantes” y que incorpore las siguientes medidas:
- Garantizar el derecho a solicitar y recibir asilo de las personas que requieran protección internacional. Satisfacer sus necesidades humanitarias urgentes. Así como respetar y garantizar los principios de unidad familiar y del interés superior del niño.
- Garantizar, a través de procedimientos justos y eficaces, el reconocimiento de la condición de refugiado. Lo anterior, a personas que tengan un temor fundado de persecución en caso de retorno a su país de origen. O que consideran que su vida, integridad o libertad personal estarían amenazadas debido a la situación de violencia. Así como también de violaciones masivas de derechos humanos y perturbaciones graves del orden público.
Todo eso, debe ser hecho en base a los términos de la Declaración de Cartagena sobre Refugiados de 1984, señala la CIDH. En este sentido, los Estados concernidos deben fortalecer y movilizar rápidamente al personal. Y, poner a disponibilidad los recursos que sean necesarios para que los sistemas nacionales de asilo respondan de manera adecuada. Así como eficazmente a las solicitudes de asilo proteccionista que se presenten.
- Respetar el principio y derecho a la no devolución (non-refoulement).
- Respetar el principio de prohibición de rechazo en frontera y para tal efecto realizar un análisis de las condiciones particulares. Y las necesidades de protección internacional y de protección especial que tengan las personas que integran la caravana de migrantes.
Lo anterior, a efectos de determinar si deben ser reconocidas como refugiadas o si requieren protección complementaria.
Más recomendaciones
- Respetar el derecho y principio de prohibición de expulsiones colectivas.
- Implementar mecanismos que permitan identificar a personas que tengan necesidades específicas de protección. En particular, mujeres, niños y niñas, personas mayores, personas con discapacidad y personas LGBTI.
- Proteger y brindar asistencia humanitaria a las personas migrantes, solicitantes de asilo. Y refugiados que se encuentren en el ámbito de su jurisdicción, en coordinación con organismos internacionales como el ACNUR. Así como las instituciones nacionales de derechos humanos y las organizaciones de la sociedad civil.
- Garantizar que los retornos llevados a cabo se realicen sobre la base de un verdadero consentimiento plenamente informado. Y, válido de parte de las personas migrantes, de manera digna y segura, garantizando el respeto de los derechos humanos de las personas involucradas.
Igualmente, la adopción de medidas adecuadas para la evaluación de sus necesidades y su reintegración en el país de origen.
En el marco de su mandato de promoción y protección de los derechos humanos, la CIDH reafirma su disposición de brindar asistencia técnica y contribuir en el fortalecimiento de capacidades de las autoridades de los Estados de la región.
Como se recordará La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Su mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia y la defensa de los derechos humanos en la región. Actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia.
Del mismo modo, la CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.
