«Le suplico que me de una pena mínima»: Carta de Fabio Lobo en EUA

Fabio Lobo, encarcelado en los Estados Unidos

0
1158
Carta de Fabio Lobo

ESTADOS UNIDOS. Ha trascendido la carta de arrepentimiento del hondureño Fabio Lobo, quien fue sentenciado el pasado martes ante la jueza Lorna Gail Schofield, en el Estado de Nueva York.

Fabio Lobo, hijo del expresidente hondureño Porfirio Lobo, fue sentenciado el martes en Estados Unidos a 24 años de prisión por narcotráfico.

Durante un largo discurso, la jueza federal Lorna Schofield le recriminó que usara sus conexiones y alta clase social. “Usted facilitó un fuerte apoyo del gobierno a una gran organización de tráfico de droga”, dijo. “Usted abusó de quien era”.

Fabio se declaró culpable el año pasado de asociación delictiva para traficar cocaína a Estados Unidos y lleva casi tres años preso.

Las audiencias sobre su caso en la corte federal de Manhattan cubrieron las portadas de los diarios después de que un exlíder de “Los Cachiros”, Devis Leonel Rivera Maradiaga, testificara en marzo que pidió apoyo logístico a Lobo varias veces para sus operaciones de narcotráfico y que pagó miles de dólares al expresidente Lobo a cambio de asistencia para llevarlas a cabo.


“El señor Fabio quiere hablar…”, mencionó el litigante. La jueza entonces se dirigió a Fabio Lobo: “Usted no está obligado a hablar, ¿entiende eso?”.

Fabio Lobo respondió: “Sí, su señoría”. La jueza preguntó de nuevo: “¿Está seguro?”, a lo que el hondureño contestó «Sí».

«Buenas tardes, a usted, su señoría, y a todos los presentes. Gracias por darme la oportunidad de hablar. Primeramente pido perdón a los Estados Unidos por mi error, pido perdón al pueblo de Honduras, a mi madre, a mi padre, que no tuvo nada que ver con todo esto, pido perdón a mis hijas y a mi esposa, quienes han sido mi apoyo tras mi error.

El día a día no ha sido fácil por mi error. Se supone que yo debía ser un ejemplo para la sociedad, para mis hijas, ahora me arrepiento por mi error. Me declaré culpable por aceptar haber confiado en malas personas y negocios, en gente de mal corazón. Yo solo buscaba un beneficio propio. Fui vulnerable, a pesar de los consejos de mis padres.

MÁS DE LA CARTA

Fallé a toda mi familia sin necesidad, pues tuve todo en la vida. Dios me ha bendecido. No valoré todo lo que Dios me dio ni medí las consecuencias del daño que hacía.

Pido perdón desde lo más profundo de mi ser y pido que Dios toque su corazón. He aprendido mi lección por mi error. Me equivoqué y ahora pago un precio muy alto porque la libertad no tiene precio; perdón.

Le suplico a usted que me dé una pena mínima para volver con mis hijas de cinco, 13 y 17 años. Júzgueme a mí, Fabio Lobo, por mi error. Ya tengo tres años de estar preso, lejos de mi familia; he sufrido. Gracias, su señoría, y que Dios toque su corazón”.

En declaraciones, Lobo negó una vez más que su padre estuviese vinculado a actos ilícitos

Noticia en desarrollo