CHOLOMA, CORTÉS. Bus tiroteado de la López Arellano dejó como saldo este lunes, una persona muerta y una pasajera herida, hecho violento registrado a eso de las 9:15 en la Colonia Valle de Sula, zona norte de Honduras.
Información preliminar indica que una mujer disparó contra el chófer del «rapidito» bajo el registro D-03, con placas AAP-0765 y solamente ha sido identificado como Martín, alias «El Cahorro»; de la mujer aún no se han dado a conocer datos.
El lamentable hecho se suscitó cuando el busito cubría la ruta entre la López Arellano y Cerro Verde. Se supo de manera extraoficial, que efectivos de la Policía Militar y del Orden Púbico (PMOP) ejecutaban un fuerte operativo en la zona y no pudieron hacer nada para impedir el acto criminal.
Según información de los conductores, el crimen pudo pasar debido que los socios del rubro no quieren pagar el llamado “Impuesto de Guerra”.
La fémina herida fue trasladadas a un centro asistencial de la zona, donde se desconoce el estado en el que se encuentra. “Nosotros ponemos la sangre en la calle”, dijo uno de los motoristas al mirar los que pasó con uno de sus compañeros.
El cuerpo de la víctima quedo en el interior del bus “rapidito”, donde se espera que llegue Medicina Forense (MF), para realizar el levantamiento respectivo.
ANTECEDENTE
El pasado 16 de junio, un comerciante que también laboraba como despachador de mototaxis y un ayudante de buses de transporte rapidito, murieron violentamente en dos hechos ocurridos en la colonia Oswaldo López Arellano de esa ciudad.
El primer hecho ocurrió a eso de las 7:00 de la mañana, cuando Carlos Mauricio Almendares Rubio (48), se encontraba en su pequeño negocio de venta de golosinas a media cuadra de la posta policial de la referida colonia.
Testigos manifestaron que en ese momento llegó un sujeto quien le solicitó que le vendiera una bolsa con agua, por lo que, Almendares Rubio se dio la vuelta para sacar de un refrigerador el vital líquido. Sin embargo, el individuo aprovechó esa acción para sacar un arma de fuego y dispararle por la espalda hasta acabar con su existencia.
Los mismos testigos relataron que el gatillero, una vez que cumplió con su objetivo, salió en veloz carrera y a media cuadra abordó una motocicleta que tenía encendida, logrando darse a la fuga. Efectivos policiales expresaron que al escuchar las detonaciones salieron a verificar qué ocurría, observando la estampida de personas que se dirigían hacia el negocio de Almendares Rubio.
Manifestaron que debido a que no contaban con una patrulla no le pudieron dar persecución al criminal, a pesar que lograron ver el momento que huía. Familiares del infortunado detallaron que tenía año y medio de haber regresado deportado de los Estados Unidos, por lo que decidió instalar su negocio, pero, además laboraba como despachador de mototaxis.
SEGUNDO ATAQUE
Por otra parte, el reloj marcaba entre las 10:30 y 11:00 de la mañana, cuando un ayudante de autobuses de transporte rapidito, fue ultimado en similares circunstancias en el pasaje La Llanta de la colonia Inés Carranza del mismo sector.
Vecinos manifestaron que, tras escuchar las detonaciones, salieron a verificar qué ocurría, por lo que, observaron al joven ya sin vida a la orilla del estrecho pasaje, pero aseguran que no lograron ver cuántos y en qué se transportaban los criminales.
La víctima fue identificada como Carlos Arturo Franco Rivera (21), quien de acuerdo a sus parientes residía a pocas cuadras de dónde lo ultimaron. Los dolientes refirieron que desconocían qué andaba haciendo en ese sitio y tampoco sabían cómo ocurrieron los hechos, pues conocidos les avisaron que lo habían ultimado.
Refirieron que Franco Rivera por muchos años se dedicó a laborar como ayudante de autobuses de transporte rapidito y era un joven que no le gustaban los problemas. “Lo único que pedimos es justicia y que las autoridades investiguen bien las cosas, porque él no era ningún delincuente”, expresaron familiares del ahora occiso.
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