Anciana decide acompañar a su marido en su últimas horas de vida

George y Eloise, la historia de amor que duró 73 años, conmueve al mundo.

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Eloise y George
Él recibe cuidados en el hospital y ella no quiere abandonarlo. Pidió que le colocaran una cama junto a su marido y así poder pasar los últimos días juntos.

ESTADOS UNIDOS. Anciana también, su mujer Eloise, de 91 años, no lo dudó un segundo y solicitó al centro médico un permiso especial para acompañar a su marido.

El hospital dio su permiso de forma excepcional y ha permitido que la pareja, que lleva 73 años de matrimonio, permanezcan juntos hasta el final.

Hasta que llegase su último momento, George Morris de 94 años fue ingresado en un hospital militar del estado de Virginia.

«Todos nuestros pacientes significan mucho para nosotros, pero a veces tenemos el privilegio de tratar con casos que verdaderamente nos emocionan» comunicó el centro médico.

Eloise y George
Eloise y su marido George juntos en la cama como siempre y hasta el final. 

Comunicado publicado a través de su página de Facebook. Un post que ha sido compartido por más de 3000 usuarios.

Ambos están internados en el Fort Belvoir Community Hospital, en Virginia, Estados Unidos.

Anciana enamorada como joven 

En una entrevista concedida al Washington Post, Eloise compartió el secreto del amor eterno. «Ser feliz, lo seas o no realmente». 

Se conocieron en Kentucky, en los años 30. Él la vio durante una obra de teatro en una escuela de campo y se enamoró perdidamente.

Tanto, que cuando volvió a su casa le anunció a su madre que había conocido a la mujer con la que se iba a casar.

«La miré muy bien y no pude encontrar nada malo en ella, apenas un diente torcido» cuenta George.

Como vivían a 12 kilómetros de distancia, él caminaba todos los días para verla. A los 15 años le llevó un anillo de compromiso. 

Se casaron y tuvieron dos hijos, vivieron en Tokio y Alaska.

Ella lo esperó paciente mientras él se jugaba la vida como soldado en Segunda Guerra Mundial, en Corea y en Vietnam.

Mismo, que ahora, cuando el final de George, de 94 años, está cerca, tampoco quieren separarse.

¿El secreto de siete décadas de amor? «Sé feliz, en los momentos buenos y malos», dijo George con un hilo de voz a la periodista de The Washington Post. 

Ése es el nombre que recibe la situación en la que está Eloise. No es acompañante y no duerme en un sofá.

Sino que comparte la cama con George. Sus hijos ya murieron y sus nietos viven lejos, hace años que solo se tienen uno al otro.

Eloise sabe que el final de George no está muy lejos, pero mientras tanto, permanecerá a su lado, como hace 73 años.