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jueves, marzo 28, 2024

Alejarse del celular podría ayudarle a evitar muchas enfermedades y a vivir más

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REDACCIÓN. Al igual que sucede con muchas personas, tal vez ha decidido que quieres pasar menos tiempo mirando tu celular.

Es una buena idea, porque un creciente cuerpo de investigación indicó que el tiempo que pasamos en los teléfonos móviles interfiere con el sueño, autoestima, relaciones, memoria, capacidad de retención, creatividad y productividad, así como habilidad para resolver problemas y tomar decisiones.

No obstante, existe otra razón para considerar las relaciones con los dispositivos. Debido a que elevan de manera crónica los niveles de cortisol, la principal hormona del estrés de nuestro organismo. Los teléfonos podrían amenazar nuestra salud y acortar nuestra vida.

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Dopamina

Hasta ahora, la mayoría de las discusiones sobre los efectos bioquímicos de los celulares se enfocó en la dopamina, un químico cerebral que nos ayuda a crear hábitos (y dependencias). Como máquinas tragamonedas, los dispositivos y las aplicaciones están explícitamente diseñadas para detonar la liberación de este químico, con el objetivo de hacer que sea difícil dejar de usarlos.

Esta manipulación de los sistemas es el motivo por el que muchos expertos creen que se desarrollan adicciones de comportamiento. Sin embargo, los efectos de los móviles en el cortisol son incluso potencialmente más alarmantes.

Además, es nuestra hormona primaria de reacción de lucha o huida. Su liberación genera cambios fisiológicos tales como aumentos repentinos en la presión arterial, la frecuencia cardíaca y el azúcar en la sangre. Que nos ayudan a reaccionar y sobrevivir amenazas físicas graves.

Estos efectos pueden salvar la vida si realmente estás en peligro físico; digamos, por ejemplo, si un toro está a punto de embestir a una persona. Sin embargo, los cuerpos también liberan esta hormona en respuesta a generadores de estrés emocional en los que el aumento de la frecuencia no es de gran beneficio. Como revisar tu celular para encontrar un correo electrónico que tu jefe te escribió cuando estaba enojado.

Si ocurre solo ocasionalmente, el incremento repentino de cortisol inducido por el teléfono podría no ser importantes. No obstante, el estadounidense promedio pasa cuatro horas al día mirando su móvil. Además, lo mantiene al alcance de la mano casi todo el tiempo. Esto de acuerdo con una aplicación de monitoreo de actividad llamada Moment. El resultado, como Google destacó en un informe, es que “los dispositivos móviles cargados con redes sociales, correo electrónico y aplicaciones informativas” crean “una sensación constante de obligación. Lo que genera estrés personal no intencional”.

Deseos compulsivos

“Tus niveles de cortisol están elevados cuando tu celular está a la vista o cerca, o cuando lo escuchas. Incluso piensas que lo oíste”, dijo David Greenfield, profesor de Psiquiatría Clínica en la Facultad de Medicina de la Universidad de Connecticut. También, fundador del Centro para la Adicción al Internet y la Tecnología. “Es una respuesta al estrés, y se siente poco placentera, y la respuesta natural del cuerpo es querer revisar el teléfono para hacer que se vaya”.

No obstante, aunque hacerlo podría calmar a la persona por un segundo, probablemente empeorará las cosas a largo plazo. En cualquier momento de chequear el móvil, es probable encontrar otra cosa estresante. Lo que conduce a un distinto aumento repentino de cortisol y nuevo deseo de revisar tu celular para hacer que la ansiedad se vaya. Este ciclo, cuando es reforzado de manera constante, conduce a niveles de la hormona elevados crónicamente.

Asimismo, los altos niveles permanentes han sido relacionados con un mayor riesgo de problemas de salud graves. Incluyendo la depresión, obesidad, síndrome metabólico, diabetes tipo 2, problemas de fertilidad, hipertensión arterial, demencia e infartos cerebrales.

“Cada enfermedad crónica que conocemos es exacerbada por el estrés”, dijo Robert Lustig, profesor emérito de Endocrinología Pediátrica en la Universidad de California, campus San Francisco. Además, es autor de The Hacking of the American Mind. “Y nuestros teléfonos están totalmente contribuyendo con esto”.

Daños

A parte, de los efectos a la salud potenciales a largo plazo, el estrés inducido por los celulares afecta en formas más inmediatas.

Altos Niveles de cortisol daña a la corteza prefrontal, un área del cerebro crítica para la toma de decisiones y el pensamiento racional. “Es el Pepe Grillo del cerebro”, afirmó Lustig. “Evita que hagamos cosas estúpidas”.

La afectación de esta corteza hace decrecer el autocontrol. Cuando se une a un deseo poderoso de mitigar la ansiedad. Esto puede llevarnos a hacer cosas que en el momento podrían parecer que alivian el cansancio mental pero que son potencialmente fatales. Como escribir un mensaje mientras manejamos.

Los efectos de este estado mental pueden ser agrandados aún más si constantemente hay preocupa que algo malo pueda pasarnos. Ya sea un ataque físico o un comentario en las redes sociales que provoque nuestra ira.

En el caso de los teléfonos, la hipervigilancia a veces se manifiesta como “vibraciones fantasmas», en las que las personas sienten que su celular vibra en su bolsillo cuando el móvil ni siquiera está ahí.

“Todo lo que hacemos. Todo lo que experimentamos; puede influir nuestra fisiología y cambiar circuitos en nuestro cerebro de maneras que nos pueden hacer más o menos reactivos al estrés”, expresó Bruce McEwen, director del Laboratorio de Neuroendocrinología Harold and Margaret Milliken Hatch en la Universidad Rockefeller.

Ocho horas de sueño

McEwen también señaló que los niveles base de la hormona cortisol decaen y fluyen en un ciclo regular de veinticuatro horas que se descontrola si dormimos menos de siete u ocho horas por noche. Algo es muy sencillo de lograr si tienes el hábito de revisar tu teléfono antes de ir a la cama. Esto, en cambio, deja a nuestros cuerpos menos resilientes al cansancio mental e incrementa nuestro riesgo de todas las condiciones de salud relacionadas con el estrés que se mencionaron anteriormente.

Pensar en todo esto, y las horas que pasamos compulsivamente revisando los móviles podrían significar mucho más que solo una pérdida de tiempo.

La buena noticia es que si rompemos este ciclo fomentado por la ansiedad, podemos reducir los niveles de cortisol. Lo que puede tanto mejorar nuestro juicio a corto plazo como bajar nuestro riesgo a largo plazo de problemas de salud. Con el paso del tiempo, explicó McEwen, incluso es posible volver a entrenar a nuestros cerebros para que la respuestas estado de cansancio ya no sean tan fáciles de detonar.

Consejos

Para hacer el teléfono menos estresante, se comienza con apagar todas las notificaciones excepto aquellas que realmente quieres recibir.

Posteriormente, poner atención a cómo cada aplicación te hace sentir cuando se usa. ¿Cuál revisas cuando estás ansioso? ¿Cuál te deja con una sensación de estrés? Esconde esas aplicaciones en una carpeta que no esté en tu pantalla principal. O bórralas durante unos días y ver cómo te sientes.

Al mismo tiempo, también empezar a estar atento cómo cada aplicación afecta físicamente. “Si no estamos conscientes de nuestras sensaciones físicas, no cambiaremos nuestros comportamientos”, dijo Judson Brewer, director de investigación e innovación en el Mindfulness Center de la Universidad de Brown y autor de The Craving Mind. De acuerdo con Brewer, el estrés y la ansiedad a menudo se manifiestan como una sensación de contracción en el pecho.

Sabbat digital

Descansos regulares también pueden ser una manera efectiva de devolver el equilibrio a la química de tu cuerpo y recuperar tu sensación de control. Un alejamiento de veinticuatro horas puede ser sorprendentemente relajante (una vez que la contracción inicial ceda). Sin embargo, solamente el dejar tu dispositivo a un lado cuando vayas a almorzar es un paso en la dirección correcta.

Además, intentar darse cuenta cómo se sienten en el cerebro y en el cuerpo las ansias de tomar tu teléfono, sin rendirte inmediatamente ante ellas. “Si practicas darte cuenta que sucede dentro de ti, te darás cuenta que puedes elegir cómo responder”, dijo Jack Kornfield, un maestro budista en el Spirit Rock Meditation Center en California. “No tenemos que estar a merced de algoritmos que promueven el miedo de perdernos de algo”.

Desafortunadamente, no es tan fácil crear límites saludables con dispositivos que están deliberadamente diseñados para desalentarlos. Sin embargo, reducir nuestros niveles de estrés no solo nos hará sentir mejor en el día a día, también podría realmente alargar nuestra vida.

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