CORTÉS. Desgarrador momento en que los familiares reconocen el cadáver que se encontró flotando en las aguas del río Chamelecón. Entre llanto, lamentos y dolor, exigían que sacaran al menor pero no era posible.
El cuerpo del pequeño Carlos Adolfo Mencía de 14 años de edad yacía boca abajo en las ya tranquilas aguas del río. Debido a que estaba desaparecido desde el lunes 17 de julio, este ya se encontraba en estado de putrefacción.
En la escena, su madre fue la primera en identificarlo y como ella mismo expresó: «me siento alegre». Aunque tenía la esperanza de encontrarlo con vida, ahora tienen la oportunidad de sepultarlo como su pequeño merece.
Mientras la madre del menor ya estaba tranquila, otros familiares caían al suelo derrotados por el dolor. Una de las presentes, que era una supuesta tía, decía:
«¿Por qué? Yo no quería verte así», gritaba en medio de llanto. Al mismo instante, otra persona de la familia la consolaba sin poder contener sus lágrimas.
Estas dos personas estaban de rodillas frente al cadáver del menor. Otra de sus familiares, tuvo que ser retirada de la orilla, pues no soportó verlo en ese estado y gritaba que lo sacaran del agua.
Sin embargo, debido al estado de putrefacción, si sacaban el cadáver, este podría explotar. «Sáquenlo ya de allí. Tío, dígales que lo saquen», gritaba. Entre tanto, su tío tuvo que cargarla y llevarla a otro lado para evitar que contaminara la escena.
«No es él», decía una de las presentes. En el momento en que la misma madre del fallecido trataba de calmar a los demás familiares que lloraban desconsoladamente.
La escena desgarradora ha puesto a llorar a más de un hondureño que ha seguido de cerca el caso de estos pequeños. Los dos cadáveres ya fueron encontrados y uno de ellos, fue enterrado ayer.
Por su parte, familias de Mencía, reclamaron el cadáver hasta este día en horas de la mañana. Se espera que en las siguientes horas puedan desarrollar el velorio y sepultura.
Subdirector de escuela habla sobre el caso
Aunque inicialmente se manejó que la maestra del instituto habría enviado, a los ahora fallecidos, a recoger bambú. El subdirector de ese centro educativo ha desmentido esta versión.
Él aseguró que los menores desobedecieron las instrucciones y por decisión propia salieron del centro y partieron hacia el río. Sin obtener permiso de sus padre o autoridades, se arriesgaron a cruzar.
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Fue a eso de las 5 de la tarde del pasado lunes que los dos menores habrían sido presa de las fuertes corrientes del río Chamelecón. Fueron arrastrados y hasta días después, se les encontró lejos de la zona.
