FITO MOLINA/SAN PEDRO SULA.-Con el propósito que el hombre y las plagas no sigan estropeando al Merendón y, que los sampedranos sigan obteniendo el agua que provee la sierra, se capacita a los agricultores de la zona en agricultura protegida, irrigación de plantíos y el manejo de fertilizantes orgánicos.
También el gobierno municipal de esta ciudad por medio de la División Municipal del Ambiente (DIMA) está llevando a cabo una masiva reforestación y tienen pensado crear el tercer banco germoplasma que habrá en el país. Uno funciona en el CURLA y el otro en la FHIA
Para prevenir que la cantidad de agua se reduzca, se está reforestando desde el 2014 las zonas impactadas o perjudicadas por la agricultura migratoria y el gorgojo descortezador que destruyó este año (2016), alrededor de 55 campos de fútbol de bosque de pino.
La meta es tener sembrados 400 mil árboles a finales de este año y para el 2017 plantar otros 250 mil, según autoridades municipales.
Además, de la destrucción ocasionada por las plagas, este año la sierra también perdió 90 manzanas de bosque por los incendios forestales.
No obstante, la cifra que no aumentó ya que unos 40 empleados de DIMA evitaron que los incendios se expandieran haciendo rondas contra el fuego y limpiando anticipadamente muchas áreas del bosque en donde los incendios son recurrentes.
En cuanto al proyecto de la agricultura protegida, practicada ya en México, España, Chile y otros países, los técnicos municipales buscan no se siga con la agricultura al aire libre y que los cultivadores tengan productos de alta calidad varias veces al año y a mejores.
Igualmente, con esta forma de cultivo se minimizan los efectos que las malas condiciones climáticas ocasionan a la siembra.
Los cultivos con esta modalidad están dentro de un invernadero fabricado con plásticos agrotextil y mayas anti insectos.
Entre las ventajas que ofrece este sistema se puede mencionar que el productor puede intensificar su producción, que tiene la posibilidad de cultivar todo el año, aumentar su rendimiento por unidad de superficie y que su producción puede llegar a ser 10 veces superior a la obtenida en campo libre.
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Algunas desventajas que presenta el proyecto es que el productor necesita un alto nivel de especialización en la materia, capacitarse y constar en su edificación con las condiciones óptimas para el ataque de agentes patógenos, entre otras.
Sobre el banco germoplasma, lo que persiguen es conservar las especies nativas de la cordillera como ser: el limón indio, el liquidámbar, el nance y otras variedades.
Para poder realizar este proyecto construirán un vivero en donde reproducirán 50 mil plantas oriundas que serán trasplantadas en zonas idóneas del collado cuando alcancen el tamaño adecuado.
Otro factor que las autoridades municipales buscan con las capacitaciones es que los residentes del Merendón dejen de seguir utilizando fertilizantes y pesticidas que solo ocasionan daño al suelo, a los ríos y al ser humano.
La consigna es que utilicen fertilizante orgánico en sus plantíos de vegetales, hortalizas, flores, café y frutas.
Hasta la fecha se han invertido 18 millones de lempiras en la protección ambiental de la cordillera.
