Católicos conservadores acusan al papa Francisco de propagar herejías

Más de 60 teólogos, sacerdotes y académicos firman una carta en la que denuncian 7 proposiciones heréticas promulgadas por Bergoglio en una de sus exhortaciones apostólicas.

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Papa Francisco

Redacción Web. – Para algunos el papa Francisco es demasiado moderno. Demasiado conciliador. Demasiado aperturista. A ojos del catolicismo más rancio, el más anclado en la literalidad de las escrituras y las liturgias centenarias de la Iglesia Católica; Jorge Mario Bergoglio siempre ha sido un problema, por campechano, por reformista y por díscolo.

Ahora, un grupo de católicos conservadores acaba de llevar esos miedos un paso más allá al acusar formalmente al papa Francisco de propagar herejías.

Acusado formalmente el papa por «propagar herejías»

La recriminación llega por escrito. 62 teólogos, sacerdotes y académicos de 20 países firman una carta de 25 páginas. En la misma denuncian 7 supuestas proposiciones heréticas promulgadas por Bergoglio en su exhortación apostólica Amoris laetitia , o La alegría del amor.

La alegría del amor viene a ser el legado magisterial del papa Francisco sobre “el amor en la familia”. Es su testamento en esa materia, como lo fue la Familiaris Consortio para san Juan Pablo II. Y no es un texto hecho con prisa. Es una exhortación post sinodal. Su elaboración necesitó de dos sínodos de obispos. Tres años de reflexión, recogida de propuestas y consulta a todo el mundo católico. Además, se trata de un texto pastoral, que no define ninguna doctrina. Aún así, para los firmantes de la citada carta, algunas de las cosas que se afirman en ese texto son “un peligro para la fe católica”.

La carta, que fue enviada al Papa Francisco el pasado 11 de agosto y se ha hecho pública hoy domingo a través de la agencia Associated Press, se presenta como una “corrección filial” al Obispo de Roma.

Según los entendidos en cuestiones del Vaticano, es una fórmula que no se había usado desde el siglo XIV. El último en recibir una corrección similar fue Juan XXII en 1333, por unos supuestos errores de los que luego se retractó.

La corrección al papa Francisco consta de tres partes

La corrección al papa Francisco consta de tres partes principales. En la primera, los firmantes explican que como creyentes católicos tienen el derecho y el deber de emitir dicha corrección al Sumo Pontífice. La ley de la Iglesia requiere que las personas competentes rompan el silencio cuando entiendan que los pastores de la Iglesia están desviando al rebaño.

La segunda parte es la que contiene la “corrección” propiamente dicha. En ella se enumeran una serie de acciones papales y hasta una docena de pasajes de Amoris laetitia que supuestamente insinúan o alientan posturas heréticas en relación al matrimonio; la vida moral y la posible recepción de los sacramentos en situaciones objetivas de “pecado” .

La última parte discute dos supuestas causas de esta singular crisis. Una de ellas es el ‘Modernismo’. Este definido como la “la creencia de que Dios no le ha entregado verdades definitivas a la Iglesia». Además de que ésta debiera continuar enseñando, exactamente en el mismo sentido, hasta el final de los tiempos”, explican. La segunda de las causas sería la aparente influencia de las ideas de Lutero. Esto en cuestiones como “el matrimonio, el divorcio, el perdón y la ley divina” en el papa Francisco.

No hay ningún cardenal entre los firmantes

Diversos especialistas en cuestiones de la Iglesia Católica se han apresurado en señalar, que, entre los firmantes de la corrección filial; no hay ningún cardenal. El firmante de más alto rango dentro de la iglesia es el obispo Bernard Fellay, Superior General de la Hermandad Sacerdotal San Pío X. La cual es una sociedad internacional de sacerdotes católicos tradicionales. Los mismos se declaran “fieles a la teología basada en el tomismo y la tradición milenaria de la Iglesia frente a los errores modernos”.

La Santa Sede consideró a finales de los 80 que Fellay había incurrido en ‘ excomunión latæ sententiæ’. Lo anterior debido a haber recibido su consagración episcopal sin mandato pontificio expreso. Esto representa un acto cismático según la ley de la Iglesia Católica. Esa excomunión fue levantada por el papa Benedicto XVI en 2009.

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Esta iniciativa reprobatoria surge en la estela de otro procedimiento formal iniciado el pasado mes de abril. Este por cuatro cardenales por el que solicitaban al Papa su aclaración sobre una serie de cuestiones. En relación sobre su segunda exhortación apostólica post sinodal. Las “dubbia” o dudas de los cardenales eran cinco preguntas enfocadas en la posibilidad de que los divorciados; reunidos en una nueva pareja puedan acceder a la comunión sin haber recibido antes la nulidad matrimonial. Preguntas a las que Francisco no ha tenido a bien contestar.

Ninguno de los cardenales involucrados en aquellas ‘dubbia’ participa en la ‘corrección’. Aunque podrían sumarse, porque la carta sigue abierta a nuevos firmantes.

Fuente: PlayGround