TEGUCIGALPA. Un abogado fue asesinado de varios balazos este martes cuando se transportaba en su carro tipo camioneta en la Colonia Los Laureles, capital de Honduras.
La víctima fue identificada como Kevin Ferrrera, quien vivía en la Colonia Francisco Morazán y quien quedó tendido dentro del vehículo CRV café, matrícula PCC-8850, al ser interceptado por los delincuentes que sin mediar palabra le dispararon en reiteradas ocasiones.
El profesional del derecho murió de forma instantánea al recibir la ráfaga de disparos, lo que produjo que el carro descontrolado fuera a impactar al muro de un instituto de la zona y con el resultado de múltiples perforaciones.
Minutos después de ocurrido el ataque se presentaron al lugar varios agentes de la Policía Nacional, quienes acordonaron la zona y realizaron un operativo a fin de dar con los homicidas.
Se supo que Ferrera aparte de ser miembro de la Juventud Liberal, era el abogado que defendió en un caso al líder de los indignados, Miguel Briceño la semana pasada y le consiguió un sobreseimiento definitivo.
DATO
104 abogados han sufrido una muerte violenta, según un informe del Comisionado de Derechos Humanos de Honduras (Conadeh). El documento también revela que el 94% de los casos queda en la impunidad.
Se desconoce por ahora el motivo por el cual le dieron muerto a Kevin Ferrera, quien yacía inerte frente al timón recostado sobre su derecha.
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ANTECEDENTE
El reconocido abogado Carlos Mejía, fue encontrado muerto en su casa de habitación este mismo día en Roatán, Islas de la Bahía.
El hallazgo se realizó debido a que los vecinos decidieron llamar a policía, por el al mal olor que se desprendió en la zona , al momento del ingreso encontraron el cuerpo sin vida de Mejía en el baño de la vivienda.
Al lugar se hicieron presentes agentes policiales quienes procedieron acordonar el lugar y realizar las respectivas investigaciones para dar con el paradero de los hechores.
Según hipótesis manejada por las autoridades policiales, el profesional del derecho se disponía a tomar un baño cuando fue atacado por desconocidos por la espalda con un arma corto punzante.
Mejía no tuvo tiempo de reacción, por lo que según la escena del crimen no opuso mayor resistencia.
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