TEGUCIGALPA, HONDURAS. En el barrio La Ronda de la capital, murió calcinado Mario Laínez Maradiaga, cuando se incendió su habitación del apartamento donde residía.
Es preciso mencionar que Laínez Maradiaga, de 66 años de edad, era de capacidades especiales y utilizaba silla de ruedas.
Según dijeron algunos vecinos del lugar, escucharon gritos del hombre al momento que el incendio consumía su residencia. De inmediato entraron a la casa para intentar apagar el fuego. Lastimosamente revelaron que, cuando lograron apaciguar las llamas, el adulto mayor ya había fallecido.
Por otro lado, el reporte policial indica que el hombre no pudo salir de su habitación porque se quedó dormido mientras fumaba. En primera instancia, se presume que el incendio lo provocó la braza de un cigarrillo.
Autoridades competentes llegaron a al lugar del hecho para hacer el reconocimiento legal correspondiente al cadáver. En tanto, los familiares esperaban a las afueras de la casa lamentando la muerte de su ser querido.
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Según familia, era un fumador compulsivo
Según la esposa del fallecido, Laínez Maradiaga fumaba una cajetilla de cigarrillos al día. Es decir, un aproximado de 20 cigarros cada 24 horas. Ella continuó diciendo que el occiso comenzó a hacerlo, según le había dicho, desde los 13 años de edad.
También dijo que su esposo era un fanático de la lectura. »Trabajó varios años en Toluca, México. Y en la biblioteca donde trabajaba él tuvo la idea de sacarle copia a todos los libros para donarlos a los niños de escasos recursos», recordó.
Dentro del cuarto quedaron calcinados todos los restos materiales, inclusive, la computadora que él utilizaba para informarse. Laínez vivía solo en el apartamento y era dueño de los demás.
Sus restos mortales serán velados en la Funeraria del Pueblo ubicada en la colonia La Granja de la capital, Tegucigalpa.
